domingo, 12 de junio de 2011

ESCRIBIR EN LA ESCUELA: QUÉ, CÓMO Y PARA QUIÉN - ANA MARÍA KAUFMAN

ESCRIBIR EN LA ESCUELA: QUÉ, CÓMO Y PARA QUIÉN
Licenciada en Ciencias de la Educación, investigadora, profesora universitaria y asesora de Lengua.
LECTURA Y VIDA- REVISTA LATINOAMERICANA DE LECTURA- AÑO 15 Nº 3SEPTIEMBRE DE 1994-
I) Selección y clasificación de textos

La clasificación de textos que propondré a continuación fue publicada en un libro de reciente aparición que escribimos con María Elena Rodríguez (Kaufman y Rodríguez, 1993). En realidad, dicho libro fue el resultado de una tarea encarada interdisciplinariamente: María Elena aportó los datos lingüísticos y me correspondió a mí incluir los elementos didácticos, pero todo el material fue puesto a prueba en una mini-investigación realizada con todos los docentes del Colegio Los Pinitos, de El Palomar, provincia de Buenos Aires.

En realidad, esta propuesta tuvo su origen en la confusión que provocaban las distintas (y, en muchos casos discrepantes) clasificaciones y caracterizaciones de textos que manejaban los docentes, quienes consideraban que existían textos apelativos o informativos o narrativos o argumentativos... pero: una noticia periodística, ¿no es informativa y narrativa?; un aviso publicitario, ¿no puede ser apelativo y arg u m e n t a t i v o ? . En función de este tipo de dificultades encaramos la tarea de seleccionar aquellos textos de circulación social que la escuela no debe soslayar.

Como señala Ana Teberosky: “Si no trabajamos con una variedad de textos y de operaciones cuando los niños son pequeños, luego en los cursos superiores o en el bachillerato suele ocurrir que los alumnos no han tenido la oportunidad de especificar o manipular la organización discursiva interna de los textos que han aprendido y se les presentan los nuevos textos como productos terminados, con una estructura discursiva demasiado sofisticada, elaborada y, por lo tanto, enajenada como para que ellos puedan comprenderlos, reproducirlos o relacionarlos.

Esto es lo que Paulo Freire reclamaba para el pueblo: que recupere su voz alienada también en la escritura” (Teberosky, 1992).

Los textos seleccionados fueron los siguientes:

a) Textos de información científica: Monografía- Biografía - Relato histórico - Definición -Nota de Enciclopedia - Informe de Experimento.

b) Textos literarios: Cuento - Novela - Obra de teatro - Poema.

c) Textos periodísticos: Noticia - Artículo de opinión - Reportaje - Entrevista.

d) Textos instruccionales: Receta - Instructivo.

e) Textos epistolares: Carta - Solicitud.

f) Textos publicitarios: Aviso - Afiche - Folleto.

g) Textos humorísticos: Historieta.

Decíamos en el libro: “Nuestra intención no fue modificar designaciones sino simplemente seleccionar textos con sus respectivas variedades para trabajar con ellos.” La búsqueda de criterios de clasificación constituyó una ardua tarea y, después de revisar diversos trabajos de lingüística textual (Bernárdez, 1987; Van Dijk, 1983), María Elena Rodríguez me propuso una alternativa que resultó muy clara cuando la probamos con los docentes, ya que les permitía comprender ciertos aspectos compartidos por diversos textos para acceder, posteriormente, a las peculiaridades de cada uno.

El criterio clasificatorio en cuestión, surgió así del cruce de dos criterios: las funciones del lenguaje y las tramas que predominan en la construcción de los textos.

Todos los textos tienen múltiples intencionalidades: pueden buscar informar, convencer, sugerir, entretener, etc. En correspondencia con estas intenciones, podemos agrupar los textos teniendo en cuenta la función predominante.

De las que menciona Roman Jakobson (1984), Por esta razón se tomó en consideración elsegundo criterio, consistente en las maneras en que se organizan los contenidos de los textos, esdecir, los diversos modos de estructurar los distintos recursos de la lengua para vehiculizar las funciones del lenguaje. A los fines exclusivos de este trabajo, hemos acordado denominar “trama” a dichas configuraciones.

Estas maneras de tejer los contenidos de los textos, estas tramas son: la n a r r a t i v a, la a r g ume n t a t i v a, la d e s c r i p t i v a y la c o n v e r s a c i o n a l.

En el primer caso, se trata de textos que presentan hechos o acciones en una secuencia temporal y causal; los textos con predominio de trama argumentativa comentan, explican, demuestran o confrontan ideas; el predominio de la trama descriptiva nos conduce a textos que caracterizan objetos, personas o procesos a través de la selección de sus rasgos distintivos y, por último, en la trama conversacional aparece, en estilo directo, la interacción lingüística que se establece entre los distintos participantes de una situación comunicativa. A partir del cruce de trama y función, pudimos elaborar un cuadro de doble entrada en el que ubicamos los textos.

Antes de transcribir el cuadro, quiero aclarar una vez más que los textos han sido ubicados de acuerdo con la función y trama que predominan en las formas habituales que suelen adoptar en nuestra sociedad. El lector podrá advertir que algunos textos aparecen en varios casilleros (por ejemplo, el aviso aparece con la posibilidad de las cuatro tramas) y, seguramente, hay textos que podrían aparecer en más casilleros de los que nosotras hemos consignado (puede haber cartas literarias, ya que hay novelas montadas sobre textos epistolares). En suma: el cuadro no es exhaustivo. La intención fue simplemente brindar un marco organizador que permitiera al docente comprender mejor los textos que trabajará con sus alumnos. A p a r t i r de esta información general, podrá acceder a las características específicas de cada tipo de texto, tanto macro y/o superestructurales estudiadas por la gramática textual, como a elementos locales o micro estructurales, descriptos por la gramática oracional, como así también a los aspectos vinculados con los implícitos o las determinaciones de los actos de habla, estudiados por la pragmática.

En nuestro trabajo con Rodríguez, tomamos en consideración solamente los elementos macro, super

y microestructurales constitutivos de los textos, dejando el resto para trabajos futuros. hemos tomado las que consideramos pertinentes para nuestro trabajo pedagógico con textos escritos: informativa, literaria, apelativa y expresiva.

Esta clasificación que toma en cuenta exclusivamente la función que predomina resultaba insuficiente, ya que no nos permitía distinguir diferentes variedades dentro de los textos informativos, literarios, apelativos o expresivos.

Por otra parte, además de resultar excesivamente simplificadora, no era operativa para trabajar los textos en el marco de una enseñanza de la lengua tendiente a mejorar la competencia comunicativa.